BIENVENIDOS AL INFOCENTRO QUINARA - PARROQUIA QUINARA
EL MEJOR LUGAR PARA DISFRUTAR EN FAMILIA
Quinara es una población pequeña, ubicada al Sur de Loja, fue fundada en mayo de 1994, la plaza central es el parque y uno de los principales atractivos el río mismo que atraviesa la parroquia de sur a norte, muy cerca al centro parroquial, posee agua dulce, transparente y poco contaminada; en sus riveras se aprecia gran cantidad de árboles, coloridos huertos y plantas medicinales.
Mitos, leyenda, encantos, tradición y cultura describen al Valle de Quinara, este lugar es la combinación entre la naturaleza prodigiosa y la belleza de la arquitectura colonial.
En las playas de dicho río encontramos unas pequeñas cabañas, las cuales son de mucha importancia para los turistas que diariamente nos visita.
Fomentando de esta manera el turismo del Sector.
Datos relevantes
Iglesia de Quinara
Fue construida en 1987 con materiales locales adobe y teja, restaurada en 1999, dándole un mayor realce a la fachada de tipo colonial, con una sola nave, dos torres, el campanario y el convento.
Loma del sapo
Se trata de una colina que por efectos de la erosión se ha tomado la forma de sapo, y que se ha vuelto una formación muy atractiva, cuya geología es rocosa de color blanco y negro. Este atractivo funciona como un mirador de la parroquia Quinara.
Ruinas de Quinara
Este sitio es básicamente un túnel cuya entrada de 2m de altura y 0,75m de ancho, posee cuatro rutas de distinta dimensión y profundidad; se supone que fue construido por los Incas que habitaron en este lugar.
Rio Piscobamba
Por Quinara atraviesa el majestuoso río Piscobamba, que es el punto de concentración de los turistas.
Es un balneario muy concurrido especialmente en las fiestas y carnaval.
Nuestra Historia
La leyenda del tesoro perdido de Atahualpa comienza en Quinara, un poblado ubicado a 50 km de la ciudad de Loja.
Esa es una de las leyendas tradicionales más contadas de la provincia y nace en las viejas casas de las haciendas de Quinara.
Allí han llegado muchos historiadores que afirman que “el mascarón”, una roca de tres caras que orientaba el lugar del entierro del tesoro, está como base de una antigua casa de la hacienda cuyo propietario, Manuel Enrique Eguiguren, tuvo la fama de tener entre sus bienes una parte del codiciado tesoro, todavía no encontrado en su totalidad.
Aun quedan las piedras encontradas en excavaciones realizadas por buscadores de tesoros ajenos.
Empresarios nacionales y extranjeros han intentado desenterrar la riqueza de Atahualpa, que según la leyenda está en algún lugar de este valle encantado, el cual se encuentra bañado por el río Piscobamba.
